NATO Summit Madrid, tambores en la línea de fuego

Cartel de la Cumbre de la OTAN en Madrid 2022 (Fuente: La Moncloa)

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (NATO en sus siglas en inglés) celebrará una cumbre en Madrid los próximos días 29 y 30 de junio con la guerra en Ucrania habiendo cumplido más de cuatro meses de muerte y destrucción. En esa contienda, ni la OTAN, ni Estados Unidos, ni la Unión Europea son partes neutrales, sino que están claramente alineadas frente a Rusia en una carrera ciega hacia la recesión económica que está afectando a Occidente en forma de inflación y, por tanto, de empobrecimiento colectivo.

Pero no todo son pérdidas: las multinacionales (todas cotizan en bolsa) del campo de la energía (gas, petróleo, electricidad) y la fabricación de armamento se están forrando, sobre todo a costa de los desgraciados ciudadanos ucranianos, víctimas de una guerra despiadada con la población civil, y los ciudadanos europeos y estadounidenses, que están viendo cómo sus exiguos ingresos cada día valen menos por la subida constante de los precios como consecuencia de las sanciones económicas a Rusia (paralización de importaciones de gas, de exportaciones de productos a Rusia, bloqueo de sus pagos en divisas, lo que está impidiendo que llegue trigo ruso a países africanos y asiáticos que no han secundado esas sanciones y haya riesgo de hambruna en amplias zonas del mundo subdesarrollado, etcétera).

Seis de los nueve países que más armas exportan del mundo están en la OTAN

Porque seis de los nueve países que más armas exportan en todo el mundo son miembros de la OTAN, como se ve en el siguiente gráfico:

Gráfico: Statista

De no ser por todo el equipamiento militar de países de la OTAN que está utilizando el ejército de Ucrania, la guerra hubiera acabado ya con victoria rusa. Lo que es más dudoso es si tan siquiera habría habido invasión de no haber habido tanta ayuda militar occidental a Ucrania desde la anexión rusa de Crimea en 2014. Porque si bien Ucrania no está en la OTAN, la OTAN está en Ucrania desde 2014 y los cañones ya llevan cuatro meses tronando en esa región caucásica (más los ocho años de guerra civil en la región pro rusa del Donbass).

El protagonismo de la OTAN, y especialmente su alma mater, USA, en el conflicto bélico con Rusia es innegable, hasta el punto que muchos consideran que estamos ante una guerra proxy o delegada en Ucrania contra Rusia. Un enfrentamiento que no tiene visos de que vaya a durar poco, sino todo lo contrario, como si ambos bandos se hubieran preparado concienzudamente para ganar, cueste lo que cueste. Y en este contexto, la cumbre de la OTAN en Madrid, que tiene lugar en España para celebrar el 40 aniversario de su entrada en la organización atlantista, donde se llamará a la unidad frente al desafío planteado por Putin, juega el mismo papel que los tambores en la línea de fuego: embriagar con el ritmo, sumergir en una atmósfera épica a los combatientes para luchar hasta morir. A cambio de la promesa de un futuro ingreso de Ucrania en la Unión Europea y la OTAN.

Cartel: La Moncloa
Gráfico: Statista
Foto destacada: Global Strategy

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