Por qué España se ha sacudido por fin el posfranquismo, 40 años después

Manifestación por el Día Internacional de la Mujer de 2017 en Barcelona (Foto: Massimiliano Minocri)

[Entrada actualizada el 7 de junio de 2018]

El nuevo gobierno socialista que estrena España, presidido por Pedro Sánchez, marca un antes y un después histórico porque deja atrás nada más y nada menos que los 40 años de posfranquismo que median entre la aprobación de la Constitución de 1978 y la moción de censura del pasado mes de mayo que desalojó al Partido Popular del gobierno y al presidente Mariano Rajoy de la política tras la demoledora sentencia del caso Gürtel, que acredita la corrupción y financiación ilegal continuada del PP durante décadas.

La división de la izquierda vuelve a dar el gobierno a la derecha española

Reparto de escaños en los comicios de 2011, 2015 y 2016 (Gráfico: ABC)

Por primera vez en la historia de España se han celebrado elecciones generales medio año después tras no resultar investido ningún candidato en las elecciones anteriores. Era una situación inédita porque rompía el clásico bipartidismo PP-PSOE y situaba en el tablero estatal a dos fuerzas nuevas: Podemos y Ciudadanos. Tras el 26 de junio este débil equilibrio ha saltado por los aires.

Cuatro cosas que un español debería saber para no tirar su voto a la basura

Reparto de escaños por provincia para las elecciones generales de 2015 (Mapa: Wikipedia)

Pese a que la Constitución ordena que el sistema electoral español sea proporcional, la extinta Unión de Centro Democrático (UCD) diseñó uno que los expertos califican de «mayoritario atenuado». Es más, Óscar Alzaga, uno de sus creadores, lo definió como «bastante maquiavélico». Y pese a todo, ni el PSOE ni el PP han querido cambiarlo en más de 30 años porque favorece claramente el bipartidismo.

Cambiar el sistema de partidos para dar el poder a los ciudadanos

[Entrada actualizada el 4 de febrero de 2018]

Está claro que los ciudadanos cada vez se sienten menos representados por los partidos políticos. Los escándalos de corrupción y financiación ilegal han afectado a todas las formaciones políticas que han tenido la oportunidad de tocar poder: Partido Popular, Partido Socialista, Convergència i Unió… Ahora toca revisar el sistema de partidos y la ley electoral, pero el PP lo quiere hacer para perpetuarse en el poder, no para que haya más democracia.

No somos mercancía en manos de políticos y banqueros

La filtración de la contabilidad secreta del PP ha dejado a los españoles sin esperanza en la clase política (Imagen: Periodista Digital)

Hoy se cumplen dos años del surgimiento del movimiento de los indignados españoles, el llamado #15M, frente a una clase política fuertemente marcada por la corrupción y claramente al servicio de los grandes grupos económicos y financieros cuyo rescate estamos pagando todos los ciudadanos con aumentos de impuestos, recortes de servicios sociales, despidos en el sector público y paralización económica (austeridad). Todo ello para salvar las cuentas de resultados de la banca europea y los fondos de capital riesgo internacionales que invirtieron temerariamente en España en los años de la fiebre inmobiliaria y cayeron con todo el equipo cuando explotó la burbuja y se descubrieron las mentiras en las que se sustentaba la salud del sistema bancario español.